¿Qué imagen? Una misma

Por Nicolás Cadavid[*]

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Mil novecientos ochenta y tres

Finalizando la tarde, Nicanor, hombre retraído y de espíritu noble, recordó sobresaltado el cumpleaños de su tía Teresa. No podía creer cómo había olvidado la única fecha que solía celebrar a lo largo del año. Ella era la persona más importante de su vida, la más querida, la misma que costeó sus estudios de economía en la Universidad Católica. Tomó entonces el teléfono y marcó el número de siempre. No recibió respuesta.

Preocupado por la ausencia de su tía, se dirigió a la habitación donde se encontraba su esposa. Le comentó la situación y le pidió el favor de llevarlo hasta la casa de Teresa. Nicanor nunca había aprendido a manejar aduciendo que el tráfico de Santiago ponía sus nervios de punta, y si bien a su esposa este tipo de peticiones no le hacían la menor gracia, jamás se había opuesto a complacer a su marido. Una mujer abnegada, decían quienes la conocían. La pareja subió al auto, un Peugeot verde del 73 que la mujer de Nicanor heredó de su padre, y se dirigió hacia el barrio Yungay. Al llegar a General Bulnes 418 se detuvieron. No fue necesario descender, pues Nicanor vio que sobre la puerta de madera gastada estaba pegada una nota que decía: Fui a cenar con Fernando. Besos, T.

 Fernando Díaz era un viejo amigo de Teresa. Nicanor lo recordaba como una persona divertida, muy culta, de buenos modales, y que tras enviudar había estrechado sus lazos de amistad con Teresa. Pero estas cavilaciones no lograron tranquilizarlo. Nicanor seguía pensando en su tía y en cómo ella se estaría tomando su olvido. Le indicó a su esposa poner en marcha el auto y dirigirse hacia la calle Huérfanos. Sobre esta calle se encontraba La Estancia, el restaurante que su tía solía frecuentar en ocasiones especiales. Al llegar los recibió el dueño del local quien conocía desde hacía varios años a Nicanor. Le dijo que efectivamente su tía había cenado allí, pero que se había marchado hacía una hora para asistir a la inauguración de una exposición de Gonzalo, el hijo de Fernando.

Nicanor no podía creer su mala suerte. Preocupado, se dirigió con su esposa al lugar de la exposición, el cual no quedaba muy lejos de allí. Al llegar, descendió con prisa del auto, cruzó la calle y se detuvo frente al ventanal de la galería que ya en ese momento estaba cerrada. Cerca de 30 sillas vacías lo observaban y parecían exigirle una respuesta. En ese momento Nicanor se olvidó por completo de su tía. Guardó silencio y pensó en sus padres por el resto de la tarde.

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[*] Nació en Bucaramanga, Colombia, en 1979. Es Maestro en Bellas Artes de la Universidad Industrial de Santander (2005) y Magíster en Artes Visuales de la Universidad de Chile (2009), programa del cual se graduó con la máxima distinción. Ha exhibido sus trabajos en diversos proyectos y muestras colectivas en Argentina, Colombia, Chile, Cuba, España, Estados Unidos, Holanda, Marruecos y Venezuela. Desde 2006 es director de Galería LaMutante, plataforma para el arte contemporáneo con sede en Bucaramanga. En la actualidad es profesor asociado a la Carrera de Artes Plásticas de la Universidad Industrial de Santander. Vive y trabaja en Bucaramanga. Web: www.nicolascadavid.com. E-mail: ncadavidc@gmail.com

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