
**Laura García Hernández
Las sociedades de la verguenza
Es un alfabeto colérico ocluido, y del que son despojadas en el exceso de deseo y necesidades masculinas, para inducirlas a una producción de la vergüenza como mecanismo psíquico del poder, sostenido en una línea de la autodenigración sin escapar a la traición de su propio ser y a la autoverificación del valor de su territorio simbólico de la sensualidad y sexualidad, de su subjetividad. Heterotopía(1) basada en el hombre o sujeto masculino como redentor de sus propias carencias. (Si me lo permiten posiciono el termino heterotopía al territorio de lo simbólico corporal).
Es decir, cada una de las mujeres del documental “Academia de putas” presenta problemas específicos no resueltos en su historia personal, que son justo el blanco de la operación del mercado de violencia, (sea esta psíquica, emocional, verbal, económica, sexual) y usada como recurso y técnica de inmovilización, ejercicio de una política de irritación, que las mantiene en la superficialidad de ser y pertenecer; aunque podemos observar, en algunas de estas mujeres, un rechazo a ser insertadas a la expectativa de la política de la irritación por parte de un grupo que al final se reconoce en la superficie de lo que las mantiene en una espera indeterminada, y que corresponde al papel histórico de las mujeres agenciándoles sus múltiples singularidades que arriba a un colapso de certeza. Han sido engañadas pagando por esto y en un desencuentro con el objeto de deseo, ya sea amoroso (todas desean un marido), sexual (quieren ser satisfechas por su fantasía masculina) y económico (provistas de recursos monetarios) incertidumbre en la ausencia de respuesta, ¿Dónde están esos hombres? ¿En el cine? ¿En su imaginario femenino? ¿En la cosificación de su propia corporalidad? ¿En la caída del socialismo?
ELLAS NO ENCUENTRAN SU UTOPÍA EN LA HETERNORMATIVIDAD APLASTANTE, NI EN LA MÁQUINA DE DESEO QUE SU MAESTRO DE PLACER LES OFERTA.
En la excavación que Alina Rudnitskaga nos presenta igualmente encontramos conflictos intragénero muy marcados en estas sociedades de la vergüenza, donde el sujeto femenino es incapaz de solidarizarse con la otra, fin de partida de la activación de un feminismo basado en el reconocimiento del sujeto ya no como un subalterno, entiéndase como el débil, el frágil, el dependiente. Predominando una práctica absolutamente falocrática en un territorio que le es propio como campo de batalla politico-social al feminismo, pues es en cuerpo en el que se experimenta el contra-discurso de la instrumentalización del mismo, en función de dicha oferta y demanda de deseos. La tarea de trazar los imaginarios de lo femenino en su dislocación y/ o confrontación surgen nuevamente en la chica PUNK, quien se opone a la figuración de subalterna en su deseo, en lo económico y a la que el montaje de seducción la sitúa en un supuesto emancipado, retroceso de las conquistas no sólo feministas, sino social-políticas, vuelta de tuerca que no libera y que reduce a una la vergüenza de una economía del desecho, la limosna o el homless. Es decir el que está fuera de la jugada económico-productiva.
——————————————————————————-
* Academia de Putas (Bitch Academy), Alina Rudnitskaya / Rusia 2008 / 30 min. Un documental tragicómico del temprano capitalismo ruso, que determina los sueños y las intimidades de sus jóvenes generaciones en un clima de miedo y esperanza.
** Laura García Hernández (sibilademente, Franco) / Artista intermedia, que explora nuevos territorios de prácticas artísticas y de investigación muy cercanas a la antropología visual y la arqueología mediática, con ejes transversales de género, biopolíticas y espacio público en una noción intermedial.
www.lauragarciahernandez.wordpress.com/
(1) En 1967 Foucault planteó un término actualmente inevitable en cualquier discurso sobre la ciudad contemporánea: el de Heterotopía, el espacio del mundo contemporáneo por excelencia. Frente al conjunto jerárquicamente organizado que caracterizaba al territorio medieval, hoy en día “el espacio en el que vivimos (…) es un espacio heterogéneo. En otras palabras, no vivimos en una especie de vacío, dentro del cual localizamos individuos y cosas. (…) vivimos dentro de una red de relaciones que delinean lugares que son irreducibles unos a otros y absolutamente imposibles de superponer”1. El concepto de heterotopía como un espacio heterogéneo de lugares y relaciones sería de vital importancia para los geógrafos y economistas de las décadas siguientes a la hora de definir, no sólo la red global que caracteriza el territorio tardocapitalista, sino la propia ciudad contemporánea. El término Heterotopía forma parte del debate que condujo a sociólogos, filósofos, economistas urbanos y demás a interesarse por el espacio urbano y poner en un segundo término los aspectos históricos y temporales de la ciudad. A partir de los sucesos de Mayo de 1968 las ciudades comenzaron a cambiar rápidamente: conflictos sociales, crisis económica, reestructuraciones urbanas… La sociología no pudo permanecer ajena a los efectos que esta revolución tuvo sobre el mundo del pensamiento, cada vez más politizado y orientado hacia la crítica social. Fue en este momento cuando comenzó a reivindicarse un mayor protagonismo del espacio frente al tiempo en la comprensión de la ciudad: era lo que Edward W. Soja ha denominado “el punto de partida del tránsito hacia la postmodernidad”. Las figuras que marcaron este punto de inflexión fueron Michael Foucault y Henri Lefebvre.
Henri Lefebvre reorientó su obra hacia la defensa de la espacialización, que ya había planteado en su trilogía Critique de la vie quotidienne (1946, 1961, 1968). Lefebvre coincidía con las heterotopías de Foucault al definir la espacialidad capitalista como una geografía fragmentada y jerarquizada pero que tendía hacia la homogeneización. En La survie du capitalisme (1973) y La production de l’espace (1974) asociaba la supervivencia del capitalismo a la producción de espacios mistificados donde la realidad se ocultaba tras velos de ilusión que eran velos ideológicos. Desde el pensamiento marxista, y durante la década de los 70, la llamada de Foucault y Lefebvre en pro de la espacialidad se trasladaría a la sociología y la geografía urbana, activada por el estallido de la “Crisis del Petróleo”.
FOUCAULT, Michael: “Of other spaces”, Diacritics Nº 16, págs. 22-27, 1986.
Comentarios
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Leave a Reply