Paulina Barrenechea Vergara*
Durante estos últimos años, a cada marcha del ocho de marzo en la ciudad de Concepción, también le atraviesa el fuego. Uno que ruge, activa y que transforma. El fuego es el conector que permite que el grito colectivo haga tambalear las cortezas patriarcales, la chispa que activa la acción.
¡Que se incendie todo el lugar! toma la frase que Elena Sáez, interpretada por la música Javiera Hinrichs, clama en la obra teatral «Prometeo Nacional». El montaje, escrito y dirigido por la dramaturga Gisselle Sparza Sepúlveda, pone en escena el trágico suceso de inmolación de Sebastián Acevedo en Concepción, el año 1983. Acto que le permite, en esas llamas, conocer el paradero de su hija Candelaria y su hijo Galo, detenidos en tiempos de dictadura. Elena, su compañera, es quien le sobrevive y mantiene viva la flama de su testimonio.
*Periodista cultural con estudios de doctorado en Literatura Latinoamericana. Su trayectoria profesional como investigadora y comunicadora está en el campo de los estudios culturales, donde las prácticas artísticas son ejes relevantes y las aborda desde una mirada atravesada por los feminismos y la inflexión descolonial. Ha trabajado como docente en el área de la literatura, el arte y el patrimonio. Durante los últimos años ha estado involucrada en acciones museográficas y de mediación cultural que buscan encontrar un balance de historias y situar las prácticas artísticas desde su pulsión política y social. Actualmente, trabaja en el área de las comunicaciones, generando contenido y estrategias comunicacionales para plataformas y proyectos culturales, especialmente en artes escénicas.
Comentarios
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.