Comunicado Colectivo Torrente frente a los desafíos de la toma

El Colectivo Torrente de Profesorxs movilizadxs del Liceo Experimental «Manuel de Salas» de la Universidad de Chile presenta a la comunidad educativa, a través de este comunicado, puntos significativos de los desafíos de la toma. Leer y Difundir.

En tiempos donde se hace visible la profunda crisis de nuestro sistema social, profesoras y profesores tenemos la oportunidad ―así como también el deber― de movilizarnos, de participar activamente en la apertura y profundización de los espacios de reflexión creados, contribuyendo al cuestionamiento de nuestras prácticas y al desarrollo de nuevas propuestas pedagógicas que nos permitan superar el estado actual de cosas en el que nos encontramos, tanto fuera como dentro del Liceo.

Los estudiantes del LMS nos han invitado a participar en el contexto de la Toma, como un modo de poner en agenda importantes temas que nos interpelan directamente, y en cuya discusión y resolución, creemos, tenemos la responsabilidad de involucrarnos. Como COLECTIVO TORRENTE hemos aceptado dicha invitación, comprendiendo que la pedagogía es una labor continua que debe desarrollarse en diversos ámbitos y espacios, con especial énfasis en aquellos que resultan más significativos para los propios estudiantes, por haber iniciado ellos mismos su configuración.

En consecuencia, y como parte de la comunidad que ha sido invitada, hemos decidido estar en la discusión como una agrupación que comparte el interés por los temas que los estudiantes han enunciado en su último comunicado. Vemos con buenos ojos la necesidad de reconstruir el sentido público de la educación como eje de desarrollo del LEMS, que, a nuestro parecer, responde a poderosas exigencias que nos impone el análisis de un país alimentado por un modelo de desarrollo al cual nos oponemos.

Para bien o para mal, los estudiantes han sometido a examen tanto la realidad externa al colegio como nuestra propia manera de entender la comunidad y de realizar el ejercicio docente. Y desde este punto de vista, afirmamos que la posibilidad que nos han brindado ha sido fructífera, en tanto se han abierto espacios para la reflexión y autocrítica entre docentes de distintos ciclos, niveles y asignaturas sobre el sentido de las formas tradicionales de ejercer nuestra labor, así como de nuestras aspiraciones humanas más genuinas de transformación de la sociedad.
Por todo ello, como colectivo reflexionamos en torno a lo siguiente:

1. En varias ocasiones, en el documento “Razones y Objetivos de la Toma del LMS”, los estudiantes mencionan que pertenecen a un colegio “privado”. Por otra parte, algunos apoderados argumentan que el pago que realizan debiera asegurar “un servicio”. Ambas posturas, una de autopercepción crítica (estudiantes) y otra de contrato (apoderados), corresponden a una lógica de la privatización de la cual debemos alejarnos.

2. En contraste a la percepción de la educación como servicio pagado, los trabajadores del Liceo trabajan para la Universidad de Chile, bajo la administración pública y con una historia consecuente con esa condición. El cobro del arancel obviamente, no sólo distorsiona los roles y las exigencias que la comunidad deposita en el Liceo, sino que hace que en este se reproduzca una contradicción que debe ser resuelta a favor de la reconstrucción de la educación pública, y no al revés.

3. De igual forma, los estudiantes han mencionado los desafíos que implicará retomar el camino de la educación pública, entre ellos: afrontar la diversidad. En este horizonte de trabajo, la reflexión que hoy compartimos es que la educación pública debe ser reconstruida en nuestra comunidad educativa, puesto que hay dos elementos centrales que la constituyen y que hoy no se expresan en la realidad escolar: la gratuidad y la diversidad.

4. Actualmente hay gratuidad en muchos liceos y escuelas municipales, sin embargo, la diversidad es escasa. Hoy la segregación se reproduce de forma sistémica y los “iguales” comparten los mismos espacios educacionales: somos iguales en los liceos de Pudahuel, somos iguales en la escuela religiosa, somos iguales en los colegios privados, con más o con menos dinero, con más o con menos pobreza. En este escenario, nuestro liceo no puede seguir reproduciendo de forma silenciosa la cultura del “miedo a la mezcla”.

5. Una de las consecuencias sería que conformaríamos una comunidad socioeconómicamente heterogénea, así como lo es hoy en las ideas. Ello nos habla de un desafío pedagógico respecto al cual habría que estar a la altura, siendo conscientes de que, como todo ideario trazado en proyecto, las limitaciones del devenir frustran gran parte de las expectativas generadas. Aún así, creemos que, en el panorama general de la Educación en nuestro país, la reconstrucción de la escuela pública es una iniciativa que vale la pena poner en marcha por su acuciante urgencia.

Colectivo Torrente,
Liceo Experimental Manuel de Salas.

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